domingo, 25 de julio de 2010

Entrevista con el Pombero




















El hecho que relato continuación no tiene precedentes y el solo acto de sentarme a escribirlo me pone la piel de gallina, sin embargo, no necesito que lo crea amigo lector, puede tomarlo simplemente como un relato de ficción de algún blogero insomne que no tiene mejor cosas que hacer que inventar malas historias. El plasmarlo en un texto me saca un enorme peso de encima, el peso que lleva alguien que se propuso ocultar algo, por miedo a que lo piensen loco o desquiciado.

Me encontraba yo en pleno Chaco Paraguayo, habíamos llegado tan lejos con esa cuatro por cuatro que se caía a pedazos, era época de rally, y media noche, los muchachos habían parado a descansar , prendieron un fogón y armaron una “fiestita” con algunas yiyis que habían encontrado por el camino. La fiestita había tomado mucho ímpetu y al ritmo del Reggeton comenzaba ya a calentarse el ambiente.

Después de sacar algunas fotos, caí en cuenta de que necesitaba algo de privacidad para ir al baño, no soy de aquellos Paraguayos que disfrutan de la descarga grupal de líquidos, y mucho menos si existe la presencia femenina, por lo que me alejé un poco de la manada. Ya tenía unos tragos encima, no muchos más que mis congéneres pero lo suficiente para perder un poco el equilibrio, o tropezar con una u otra rama en la obscuridad de la noche, llevaba la caña en una mano y mi cámara digital en el bolsillo.


Hecho todo el trámite me disponía a guardar convenientemente al amigo mientras dirigía mi vista hacia la fiesta, el fogón brillaba a lo lejos como un punto luminoso de donde se desprendían todo tipo de carcajadas. En ese momento pude oír ramas moverse a un costado, rápidamente di vuelta la cabeza y vi como una sombra se acercaba a mí. Lo que voy a describir estaba a medio camino entre un simio y un ser humano, muy peludo, barbudo, muy petizo y algo fibroso y se encontraba completamente desnudo. Se movió sigiloso como un gato, mirándome a la cara y por momentos a la botella de caña que había dejado en el suelo, como queriendo encontrar el momento más oportuno para tomarla. Extendió la mano, lentamente, y la tomo con sus mugrientas pezuñas, luego, se volteó y tomo un trago como quien no ha bebido en días, y luego escupió violentamente.


Yo estaba paralizado de miedo, no puedo describir el terror que sentí ante ese ser que rayaba lo animal, pasaron algunos segundos, hasta que volvió a voltearse hacia mí, y fijo su mirada en mis manos, luego en mis bolsillos he hizo un gesto como de alguien que lleva un naco al la boca, entendí que me estaba preguntando si tenía pucho, hice un gesto de negación con mi mano temblequeante, no tengo, balbuceé, con la esperanza de que aquel ser entendiera algo de castellano...


No tiene? repitió el


Bueno, continuó diciendo, no estoy acá para perder el tiempo, vera, tengo muchas cosas que hacer, la verdad, le digo , estoy arto de este trabajo, soy Pombero pero decente, además estoy en una especie de crisis existencial , trate de pasar por paraguayo común , el sombrero pirí ayuda en la ciudad, estuve en algún que otro bar, y me volví un adicto a los cibercafés, no encuentro el chiste del Facebook, en Google averigüé todo lo que se sabe de mi, puras habladurías, yo soy bien parecido, no estoy de acuerdo con los cánones de belleza modernos, los guaraníes sabían más de belleza y estilo que Cocó Channel y Roberto Giordano juntos, luego frecuente a alguna que otra mujer de buena familia, son las peores, y les robe algo de plata, junte para ir a un psicoanalista, pero bueno, no funcionó, todo lo que me dijo es que debo ir a Alcoholicos Anonimos, y dejar de fumar, ah y que tenía un problema edipico no resuelto, mire me volví algo escéptico de los psicólogos después de eso, la teoría freudiana anda muy criticada. Decidí volver al monte, ha por cierto, esta caña esta mala, le aconsejo que la tire.


Acto seguido, bajo la mirada hacia mi bolsillo, tomó mi cámara digital, asomó su cara muy cerca a la mía, mejilla con mejilla y mirando a la cámara nos sacó una foto mostrando una enorme sonrisa, luego, volvió a mirare fijamente, repentinamente su mirada se tornó persistente, luego se acercó tiernamente para susurrarme al oído, " además usted no sabe lo que es sentirse solo, porque soy Pombero pero tengo sentimientos, así que todavía no guarde al amigo, comprenda mi situación, es todo lo que le pido".


Lo único que puedo recordar después de eso es encontrare corriendo desnudo por el campo abierto, del recorrido solo recuerdo fragmentos, fueron trechos en los que corrí salvajemente, otros en los que camine como alma en pena hasta quedar exhausto. Debo confesar que siempre fui un chico muy incrédulo con respecto a las habladurías y los mitos del folklore guaraní, mitos y leyendas como el Luisón, el Pombero, el Curupí o Mala Visión hasta ahora nunca habían dejado de ser fantasías, pero puedo predecir la sonrisa de incredulidad en su rostro, vaya a dormir tranquilo suponiendo que esta es una historia de ficción, carezco de pruebas para respaldar lo que cuento pero por lo menos creo que me he sacado este peso de encima.




lunes, 19 de julio de 2010

La felicidad, entrega inmediata.

Primer acto:

Un viejo entra a una tienda de felicidad, se lo ve algo triste y meditabundo, es abordado por un alegre vendedor, con una locuaz actitud y una sonrisa comercial.

Hola!,exclama el vendedor ¿que desea?, aquí tenemos todo tipo de felicidad, la que usted desee!, felicidad fugaz, comercial, de fin de semana, sexual, matrimonial, felicidad a corto y a largo plazo,haa, también a mediano plazo, desea llevar una vejez feliz, allá en la sección tercera edad.

El cliente lo mira desconcertado, pregunta precios, regatea.

- Mire, le podemos dar al contado o en cómodas cuotas, si paga al contado es más barato por supuesto, y se es en cuotas no se le recarga gran cosa, no queremos arruinarle la felicidad

El cliente piensa dos veces, se retracta.

-Mejor me voy, por ahora no voy a comprar, en este tiempo de crisis me estoy manejando con lo más barato, la otra vez compre una gata, me alegra verla lamerse en el sillón, además la que me da arreglar el auto, o ganar unos mangos, la que me da el tropezón de un transeúnte o un pedazo de mbejú caliente en una noche de invierno.

Segundo acto:

Podemos ver a través de la vidriera que el vendedor sigue hablando, parece exagerar sus gestos, su mirada es muy intensa, su sonrisa ya es ridícula, temerosa.
Luego vemos al cliente aflojar la postura, pone una mano sobre la barbilla, mira los estantes, se saca el sombrero e incursiona repentinamente hacia el fondo, el vendedor hace una señal de ok al cajero. Momentos después cliente vuelve a salir con una enorme caja rosa entre manos.
Paga.


Tercer acto:

Vemos salir al viejo de la tienda con una enorme y dura sonrisa , casi sale de su rostro, desfigura sus facciones. La felicidad comprada. Compró la más cara, la que más dura, la más aburrida, al contado, entrega inmediata.

lunes, 12 de julio de 2010

Kiara y Andromeda: alta magia

Abrir las páginas de agrupados de ABC es como abrir una caja de sorpresas, uno puede encontrarse con todo tipo de anuncios compitiendo por ser vistos, sin embargo Kiara y Andrómeda no necesitan demasiado.

Podría imaginar una sonrisa en la mayoría de las personas que se dignan dar una rápida lectura de los fabulosos servicios que ellas brindan. Estas estupendas chicas tienen la solución fácil para todo tipo de males, para que acudir a psicólogos, médicos o cualquier otro ingenuo científico que tenga buenas intenciones, doña Kiara la tiene clara.

En pleno siglo XXI todavía nos topamos con la magia, que no es gratis, por supuesto, que demanda honorarios, como todo servicio profesional debiera. Una sonrisa superficial puede diluirse rápidamente si pensamos más seriamente en el tema. Estos embaucadores se dedican a aprovecharse de la credulidad de la gente, desesperada, ignorante o deprimida para sacarles dinero, pócimas, artículos mágicos, amuletos, y todo tipo de recursos psicológicos, escenográficos y teatrales forman parte del repertorio.

Este tipo de manipulación no es monopolio de estas encantadores gemelas, se da también el ámbito de las religiones tradicionales.Tiempo atrás tuve la oportunidad de llevar a mi abuelo (que en paz descanse) a la iglesia Evangélica del Pastor Emilio Abreu, fui testigo de cómo sugería que una persona que daba obedientemente el diezmo, seria recompensada por Dios con un aumento de sueldo y mayor dicha en todos los ámbitos de su vida.

La tradición del pensamiento mágico viene desde la antigüedad. Es sabido que los griegos poseían un oráculo en Delfos, donde la sacerdotisa llamada Pitia, recluida en el fondo del santuario de Apolo, entraba en trance mientras los sacerdotes interpretaban sus gestos y gritos. Hemos recorrido un largo camino desde entonces, que se inicia con Descartes, pasando por la Ilustración y llegando hasta Internet, todo porque algunos decidieron pensar por su cuenta y dejar atrás viejos esquemas, un tipo de pensamiento más ordenado y basado en un sistema de refutaciones y evidencias, el método científico.

De todos modos cada uno tiene el derecho a pensar de la manera que más le apetezca, una visión del mundo teísta, ateísta, creer en la energías, los chacras, los espiritistas, la iglesia del Espagueti Volador o la de San Maradona, también cada uno está en su justo derecho a pagar por o no pagar por un amuleto, trabajo espiritual, diezmo o lo que le venga en gana, y de juzgar que esto funciona o no para él siempre que lo haga en ejercicio de su libertad.

Y quiero aclarar que libertad para mí significa el la capacidad de elegir teniendo toda la información objetiva a disposición, y no una información manipulada ,además de estar munido de una cierta capacidad para emitir juicios. Es ahí donde entran en juego dos variables, la educación primaria, y la información seria al público en general

No entiendo la educación solo como acumulación de datos, sino también a aprender a poner a prueba los mismos. Recuerdo el colegio como un lugar donde predominaban formulas, nombres, fechas, derivadas e integrales, leyes donde se destacaban los alumnos más memoriosos, pero no recuerdo que nos hayan inculcado la lectura de libros como por ejemplo Carl Sagan, Karl Popper o Voltaire, nos enseñaron a memorizar y no a pensar. Se habla siempre de la educación como una herramienta, me gusta creer que aprender a pensar es como construir un martillo, cada uno debería tener el suyo propio, para decidir en libertad en donde golpear.

Sería muy bueno que existan iniciativas dedicadas a desacreditar y ridiculizar este tipo de charlatanes, una iniciativa a nivel internacional muy interesante es la fundación James Randi (www.randi.org) que organiza charlas educativas para concieciar a la gente sobre este tipo de fraudes. En nuestro medio por ejemplo la A.P.R.A. (Asociación Paraguaya Racionalista) organiza charlas y tiene su propio programa de radio, y de algunos columnistas e intelectuales ocasionales, pero son superados con creces por los intereses creados en difundir todo tipo falsas promesas.

Pero peor es nada, quisiera ser optimista y pensar que estamos algo mejor que en la edad media y que a raíz de estas iniciativas, algún potencial cliente desista de invertir en un “trabajo” para recuperar su amor perdido, de todos modos mientras sigamos buscando soluciones mágicas , siempre habrá alguien allí sentado detrás de las bola de cristal.