miércoles, 7 de diciembre de 2011

Mi educación sexual

Si me preguntan qué educación sexual recibí en el colegio me veré obligado a responder que ninguna,...pero esperen, ahora que lo pienso, si recibía alguna… Si mal no recuerdo el escenario era el siguiente: eran los tiernos once años y rozando la pre-adolescencia, con las hormonas contra la pared, ahí estábamos, en el aula esperando la tan anhelada clase de educación sexual.

Hacia finales de los ochentas no existía internet, lo más parecido era alguna que otra revista porno que se había filtrado en tercer grado, una tal “Clímax” que se vendía en los quioscos, y que algún compañero había robado a su tío, gran coleccionista por cierto.



De pronto y al fin entro a la clase nuestro instructor, y se preguntaran quien nos dio aquella clase, un médico?, un biólogo?, un psicólogo?, digamos que no exactamente, más bien un venerable religioso de aspecto y carácter bonachón al que todos queríamos , perteneciente al grupo misionero fundador de mi excolegio. Ahora se preguntarán de que nos habló aquel día, muy bien, la respuesta es algo que en este contexto no nos debería sorprender tanto:



De Adán y Eva.




Exacto. La manzana del pecado… el árbol prohibido… el fin de la inocencia… y como ellos comieron la fruta prohibida y sintieron vergüenza de sus cuerpos desnudos y se cubrieron, etc, etc, etc. Después de aquel dramático relato sobre origen desafortunado del primer acto sexual, siguió una breve descripción médica y muy científica de la unión del óvulo con el espermatozoide en el útero, y fue el momento de desplegar una memorable ilustración que clavo sobre la pizarra usando unos cuantos pinches. 

Era una buena rebanada de coito que ilustraba como se veía por dentro un pene introducido en una vagina, imagen que mientras permaneció allí clavada, resultaba bastante incómoda para todos.



No había manera más ilustrativa y científica de explicar cómo había llegado el espermatozoide a unirse con el óvulo, pero el misionero había olvidado la parte más enigmática del asunto, de darnos alguna explicación más o menos razonable del por qué demonios el hombre, teniendo mejores cosas que hacer en el día, había decidido introducir su pene en tan cavernoso agujero.

Como broche de oro llego el momento de las preguntas. Al final de la clase teníamos que transcribir en un papel y de forma anónima nuestras más íntimas inquietudes, supongo que con la mejor intención de que bajo un manto de anonimato, podamos perder todas nuestras inhibiciones. Supongo que después de semejante clase a muchos no les quedaron ganas de experimentar, y yo creo que nadie le encontró algo de sentido al tema, a una clase que parecía haber sido una rara y forzada mezcla de anatomía y religión.


No hay que sorprenderse entonces, que solo los más valientes y afortunados decidieran experimentar años más tarde por cuenta propia, en el campo de batalla y con las hormonas mejor puestas, para ver si aprendían un poco, y otros, (no tan afortunados) tuvimos que esperar algo más, pero ojo, esto no es algo de lo que me arrepienta, y más bien ahora lo veo como una desgracia con suerte.



Pero mi educación sexual se inició abrupta e inesperadamente mucho antes de aquella memorable clase, con una hoja de revista porno flotando en la pileta de mi vecino, no me pregunten como llego allí, pero flotaba como un camalote y emanaba destellos plateados y dorados, como si de una aparición sobrenatural se tratase. 

Al ver tan misteriosa manifestación no dudé en acercarme a ella, comencé a manipularla como una reliquia y aprender todo lo que pude durante el tiempo en que el bendito papel se deshacía en mis manos, la hoja no estaba completa, era solo un pedazo, pero un pedazo muy representativo, en donde ya se dejaban ver algunas prácticas orales, anales y de todo tipo. Como pudo haber interpretado un niño semajantes practicas?: Hay adultos que juegan a hacer cosas puercas, no todos son como papá y mamá.

Al margen de desafortunados accidentes pornopileteros, tuve la suerte de nacer en una cuna pro, con una madre Católica súper pro de mente abierta, y con un padre ateo. Fue ella quien en su momento me habló de sexo, y fue ella quien me dijo que el sexo era como “comer chocolate”, que daba gusto y que era bueno, y por eso lo hacia la gente frecuentemente, antes y después de casados, que algunos se querían, y otros no tanto, y que ella y papá lo hacían porque se querían. 


Fue una gran fortuna crecer en una casa sin tabúes, de la mano de gente con creencias religiosas pero inteligentes y cultas. Mi colegio fue de después de todo, (y muy a pesar de aquel episodio del sexto grado), otro punto a favor, no hacía mucho énfasis, ni en el pecado ni en una moral cristiana castradora ni fundamentalista, más bien puedo recordar memorables profesores de ciencia, filosofía y psicología, que despertaban nuestra curiosidad e interés.


Todos fuimos víctimas de alguna u otra manera de experiencias fallidas, información contradictoria, sea en el colegio, en la calle en los medios o en nuestros hogares, no todos fueron tan afortunados y pagaron bastante caro y siguen pagando, sin darse cuenta, por el peso de la ignorancia y desinformación.

En estos tiempos en que se debaten tan fuertemente cuestiones de educación sexual pública, estoy seguro de que a la larga ganarán los buenos, y no los que como aquel misionero se aferran a creencias obsoletas y dañinas, que con buenas intenciones tratan de hacer prevalecer lo que a ellos les parece "moral y correcto", y creen llevar a cabo los designios de algún dios, pero no se dan cuenta de que ya perdieron el tren de la humanidad: el tren de la igualdad de la libertad y de la ciencia.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Me recuerdo

Me recuerdo conduciendo en la carretera infinita y vacía, y fijar la mirada en un punto, donde la ruta se unía con el horizonte
Luego me recuerdo mirando a través del espejito retrovisor, y ver lo mismo, exactamente lo mismo.
Pero al mirar a mi lado, me recuerdo viendo un asiento lleno, lleno de alegría.

jueves, 25 de agosto de 2011

Cuando mi abuelo dejó de funcionar

Tengo una imagen de él parado en el balcón de casa, fue la última vez que salió a ver el cielo, lo ayude a levantarse sobre sus pies, estaba cansado de estar sentado. Se agarró fuertemente de la baranda y quedo allí un momento, su pelo blanco y brillante se movía en remolinos.

No estaba muy lúcido, creía estar en otro lado, en otra época, en otro país. Recuerdo haberme acercado a él dos días antes, y que en un oportuno momento de lucidez me dijo “ es raro todo esto, naces… haces todo lo que tenés que hacer, y luego…” haciendo una gesto como diciendo adiós

Cuando mi abuelo dejó de funcionar ya estaba amaneciendo, me acerque a él y le dije algo al oído, al escucharme abrió los ojos violentamente y miro fijamente hacia arriba, luego los cerro , y fue quedando pálido, como si se apagara lentamente.

Llegaron un par de enfermeros, y lo convirtieron hábilmente en algo inservible dentro de una bolsa negra. Como si estuvieran ejecutando una rutina, lo bajaron por las escaleras y lo arrojaron a la ambulancia.

Nos quedamos en la puerta. Era una puerta diferente. Ya había visto la muerte.

lunes, 8 de agosto de 2011

Psicopatas


Si alguien me preguntara cuántos cuerpos llevo en el maletero de mi auto mi respuesta probablemente sería ninguno, tampoco he fantaseado con la tortura lenta de algún abogado ni mucho menos en comérmelo y ofrecerlo a mis comensales con una rica ensalada rusa.
En enero de esta año participe en unas charlas dedicadas a esta grave enfermedad de la personalidad, la psicopatía, desde entonces estoy convencido de que poder identificar un psicópata es tan importante como saber nadar o disparar un arma de fuego.Según algunas estadísticas entre el 1% y el 6% de la población mundial padece este trastorno y no estamos hablando necesariamente de Hannibal Lecter comiendo un buen plato de detective de la F.B.I con espinaca.
La figura del psicópata asesino serial es solo un clishé hollywoodense, pero no por eso dejan de ser peligrosos. Generalmente se integran fácilmente a la sociedad, puede ser ese jefe que te hace la vida imposible, algún compañero de colegio o en el peor de los casos el presidente de la república. A nivel cerebral esta incapacitados para sentir empatía y compasión , hablando mal y pronto les importa un rábano el prójimo, pueden mentir, estafar, manipular, no sienten culpa ni estrés , son a primera vista encantadores e inteligentes y muy manipuladores, así que si alguna vez conociste a alguien con mucha verba y carismático, te enamoraste de él ,(lo cual es muy probable) y quizás estas sospechado de que tiene otras mujeres, te desapareció algo de plata, no tenía las propiedades que decía tener, y además hace poco gato desapareció misteriosamente, lo mejor que podes hacer después de leer mi blog es preparar las maletas.
Pero estas no son todas las malas noticias, estos individuos no tiene tratamiento ni cura, ¿que lo motiva? El poder, el placer, la dominación.Algunos opinan que la enfermedad mental es una cuestión de grado, todos somos un poco neuróticos, obsesivos o quizás asesinos en potencia, coincido con aquellos que opinan que los considerados enfermos o anormales sólo tienen exacerbados algunos atributos que la mayoría llevamos en menor medida, o en forma latente.
La vieja cuestión filosófica de si el hombre es malo o bueno por naturaleza o simplemente es moldeado en gran medida por la situación y el entorno quedo zanjada para mí después de conocer un célebre experimento realizado en Stanford, Estados Unidos por un psicólogo llamado Phillip Zimbardo. En este se asignaban roles a dos grupos de personas en lo que era una penitenciaría creada en forma artificial, en la propia universidad, un grupo hacía de carcelero, y otro de recluso.
Un experimento que debía haber durado tres semanas solo duró seis días, ¿el motivo? los carceleros comenzaron a abusar de los reclusos hasta generar una situación insostenible dentro de la penitenciaría. El experimento parece haber potenciado ese impulso sádico que al parecer tenemos todos a dentro.
En una entrevista posterior a los carceleros, muchos declararon que no podían creer lo que habían hecho, que no se creían capaces de hacer semejantes atrocidades, y además que no sintieron culpa alguna mientras lo hacían.
Existe un viejo y conocido dicho “dadle poder y lo conoceréis” y este parece haber sido el caso de los carceleros del experimento de Stanford. Al pensar en todo esto uno se plantea cuestiones sobre la naturaleza de la maldad. ¿Se puede decir que los psicópatas son “malos por naturaleza”, o que todos llevamos el germen de la maldad adentro nuestro?
Personalmente no creo en la maldad como algo existente en sí misma, (y mucho menos en algún ente cornudo y rojo y con cola como principal responsable) así que hablar de “la maldad” en si no tiene mucha consistencia. Más bien todos somos potencialmente capaces de actos sádicos, e incluso asesinos, aunque sigo pensando (o quisiera pensar) que algunos en mayor medida que otros.
Por todo esto y para finalizar esta entrada diseñé una serie de cuatro simples preguntas con las que usted podrá evaluarse rápidamente, así es que apoye el cuchillo sobre la mesa, y agarre en este mismo momento un lápiz y un papel que no este manchado de sangre.
1- Encuentro un lindo gatito en la calle
A-Lo llevo a mi casa para cuidarlo por un tiempo y luego lo doy en adopción
B- Le miro con ternura y luego paso de largo
C- Arrancar las uñas a un gatito solía ser divertido, no lo hago desde que era niño, es un buen momento para recordar los años felices.

2-Despues de ver la película “Seven, pecados capitales”.
A- No pudo ver el final, se angustio y para disimular su falta de hombría durante la escena final fingió tener sed y fue por una cerveza de la heladera
B- Vio toda la película, quedo algo deprimido y meditabundo y le costó dos noches de mal sueño, de todos modos le sacó provecho para tirar tema de conversación con alguna yiyi interesante en varias ocasiones.
C- Piensa que el cine en general discrimina a personas incomprendidas y que sufren, gente como ... el asesino serial, que después de todo no se lo puede culpar, porque es una víctima de la sociedad malvada en la que le toco vivir.
3-Le contrata una empresa multinacional para trabajar en sus oficinas
A-El primer día saluda a todos con una agradable sonrisa. Es hora de hacer nuevos amigos.
B-Recorre las oficinas, quizás algún día piensa ilusionado que con arduo trabajo quizás podría ocupar el puesto de jefe.
C-Ya evaluó los puntos débiles de la mayoría de los compañeros de oficina. El marica de su compañero de la derecha parece ser el más vulnerable. De vuelta a casa, planea y confecciona un plan estratégico para llegar a la cima, pronto lo conocerán, piensa.4 -Cuanto usted va a visitar a un pariente o amigo fallecido
A-Reza en casa, piensa que no vale la pena ir al cementerio porque el cuerpo es solo un empaque y que el alma de su ser querido está en la divina misericordia. B-Acude al cementerio, compra flores y sacude la lápida con un trapito húmedo C-Hace un paseíto por el patio trasero de su casa.Respuestas:

Si usted marco algún A , cuelgue la sotana es usted un santurrón.
Si marco una o más B, necesita definirse un poco, vamos, ni muy bueno, ni muy malo.
Si usted marco algún C, felicidades: es usted un psicópata, así que dedíquesea a la política de una vez por todas, es tierra fértil donde sus talentos ocultos podrán aflorar, y con algo de suerte llegue a ser presidente de la república o por lo menos del congreso