lunes, 11 de octubre de 2010

Lo espiritual ¡uf! ¡qué dilema!




Coordenadas temporales
• Día Sábado 9 de octubre del 2010
• Hora: 12:30 a.m

Coordenadas Espaciales
• Parque Ñu
Guazú, bajo una arbolada

Evento:
Yoga por la paz.

Situación:
Me encuentro sentado en el pasto, sobre una colchoneta blanca con la marca “Dove” impresa en el centro, mi novia y mi cuñada fueron a hacer un recorrido por los locales. Frente a mi, una mujer envuelta en una túnica naranja sentada en posición de flor de loto, habla sobre los cinco principios espirituales, es algo gorda, morena, y con un acento venezolano. Cada tanto hace una pequeña pausa en su discurso, y fija la mirada en un punto distante, como si entrara en un pequeño “trance expreso” para luego retomar con la siguiente idea.

Estamos entre varios oyentes y curiosos, rodeándola como si de discípulos se tratara. Frente a mí y a algunos metros de distancia, puedo divisar un hombre de
unos sesenta años, de pelo y barbas largas y blancas, piel también muy blanca y nariz rojiza debido a la exposición al sol (es lo que quisiera pensar), vestido totalmente de blanco, parece extranjero, seis o siete mujeres muy maduras lo rodean, parece hablar muy bajo, y una de ellas hace de traductora, sus oyentes femeninas se acercan a él como si estuviera contado un secreto muy importante, o revelando conocimientos trascendentes a un grupo muy selecto.

Más adelante, a
aproximadamente veinte metros de mí, un grupo de gente se encuentra en una especie de ”trance de meditación”, un hombre repite a través del micrófono lo que parece ser un mantra o sonido monótono, el famoso …ommmmmm… mientras otro grupo de personas les realiza una imposición de manos, presumiblemente para curar o transmitir algún tipo de “energía espiritual”.

El discurso de la mujer naranja de la que soy un casual discípulo, es por momentos muy interesante, habla sobre la honestidad, el no robar, el respeto hacia todos los seres vivos, la no acumulación excesiva de bienes, y la moderación en general, el sentido de la vida y el control de los deseos y de los sentimientos, mientras yo sigo sentado allí, sin poder evitar que alguna que otra hormiga indiscreta se infiltre a través de mis
bermudas hacia los lugares más recónditos de mi carnal cuerpo.

Ante este escenario atípico de sábado al mediodía comienzo a preguntarme ¿qué es la famosa “espiritualidad”?, ¿dónde está? ¿Cómo podemos palparla? ¿Es todo este barullo de gente naranja al ritmo de …
ommm … y hablando de reencarnaciones y energías, chacras , auras y dioses o es soportar sin chistar la persistente mordida de las hormigas? la respuesta a estas preguntas se me deshace como tela de araña entre las manos, como si quisiera agarrar un pedazo de humo, o un trozo de arena blanca con una red de pescador, pero a pesar ello, y sentado allí, por momentos tengo la tentación de sentirme más “espiritual”, etéreo, alejado del banal mundo codicioso mundanal de los bienes materiales y pasajeros.

Al día siguiente durante el desayunado con mi novia y café de por medio, nos dedicamos a digerir ideas.

Pao: ¿Qué te parece que es lo espiritual?, ¿vos crees que lo mental y lo espiritual son cosas diferentes?

Yo: No estoy seguro que se pueda separar lo corporal de lo espiritual, en realidad no creo que exista tal cosa como el espíritu.

-¿Entonces qué es? Insiste ella

Quedo en silencio. Miro mi taza, ya está vacía.

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