miércoles, 23 de febrero de 2011

Más Patón y MAS Prozac

Años atrás me topé con un libro que fue éxito de ventas, "Más Platón y menos Prozac" escrito por un filósofo estadounidense llamado Lou Marinoff, era una de esas obras que toca temas difíciles como si estuviéramos hablando de cómo ponerse un preservativo o encender la licuadora. El objetivo de este libro iba más allá de ser una introducción para principiantes, trataba de aplicar los pensamientos de los grandes filósofos a la vida cotidiana, a la solución práctica de nuestros conflictos psicológicos y prácticos, incluso sugería la creación de un tipo de profesional llamado consejero, un filósofo dedicado a ayudar a la gente a solucionar sus problemas eligiendo tal o cual filosofía, la que mejor vaya con el cliente. Más allá de toda la lluvia de críticas que provocó de parte de los filósofos “serios”, el autor se acercaba a lo que comúnmente se llama “filosofía de vida”, necesitamos un marco de referencia que nos guíe en cómo actuar, el consejero, tendría entonces que elegir al filósofo o sistema filosófico que mejor cuadre con el sistema de creencias del cliente para brindarle una orientación positiva y una solución a sus problemas.

Pero la filosofía tiene esta y muchas otras facetas. El otro día hablando con una amiga, me comentó que se sentía un poco angustiada, estaba dudando de algunas creencias que había mantenido toda su vida, y que en síntesis el piso se le estaba moviendo un poco, cuando le pregunté cuál era el motivo de todo este malestar ella me respondió: “y estoy leyendo filosofía y esas cosas… viste”. A raíz de este comentario me quedé pensando que algún oportunista podría haber escrito un libro titulado “Mas Platón y MAS Prozac”, después de todo, los temas fundamentales de la filosofía occidental según entiendo fueron el abordaje de las grandes cuestiones metafísicas, y el cuestionamiento de las ideas hegemónicas, y esto no es algo siempre agradable, teniendo en cuenta que los filósofos raramente se ponen de acuerdo, lo que podría colocar a un incauto en una situación de inestabilidad emocional.

Algunos solucionan rápidamente este inconveniente adhiriéndose a un sistema en particular, creyendo que tal o cual filósofo se topó finalmente con la solución a problemas fundamentales del mundo material. Sería bueno no confundir la terapia que sugiere Lou Marinoff , con esta otra faceta, algo más peligrosa , y que algunos catalogan de religión secular, de dogma, que no está libre de mesías y seguidores. Si Marx se tomó de Hegel para crear la idea de la burguesía y el proletariado, y como consecuencia en el año 2011 mi hermano tiene un tatuaje del Che en el brazo y se niega a usar la afeitadora, es hora de ponerse a pensar de qué manera la filosofía puede afectarnos como sociedad y de cómo puede ser un substituto a deidades, reemplazando a un hombre barbudo sentado en el cielo escribiendo con un rayo sobre rocas los diez mandamientos, por otro hombre barbudo sentado en su escritorio mojando su pluma.

Mi viejo es un hombre sumamente práctico, años atrás no muy lejos de la adolescencia, en una de esa conversaciones de la hora del almuerzo le comenté con mucho entusiasmo que estaba leyendo un libro que hoy día ya es un clásico para principiantes “El mundo de Sofia”, hice un inventario de todas la cosas que me habían llegado , y luego de terminar mi pequeño monólogo, él se vio obligado a poner a descansar uno segundos su escarbadientes para enunciar una de esas frases de las que uno nunca se olvida, luego de una pausa me dijo:

“y para que pensar esas cosas, yo no pienso luego, yo me dedico a leer los diarios, estoy con el tornillo y el destornillador, mira nomas el cielo, están las estrellas,.. ¿y después que hay?, esas cosas nunca luego vamos a poder entender“

No trataré de describir mi cara en ese momento, solo decir que hoy día me doy cuenta de que mi padre simplemente estaba enunciando la frase que representaba la síntesis máxima de su filosofía de vida, que Lou Marinoff bien podría enmarcar en algún sistema de pensamiento filosófico, y por si fuera poco reconociendo humildemente los límites de la razón y el entendimiento humano.

Leí en algún lugar que la filosofía oriental se diferencia principalmente de la occidental en que se dedica por sobre todo al cómo vivir mejor y cuál es la mejor manera de ser feliz, en lugar de desgastarse en cavilaciones metafísicas. Hoy creo que en cierta medida es hora de darle una oportunidad al viejo, no se trata de dejar de pensar o de leer, porque esto es fundamental y bien encaminado nos ayuda a desechar ideas y creencias obsoletas, y crear una sociedad más justa, pero no hay que subestimar a los destornilladores que tienen mucho que decir, y en lo que se refiere a las preguntas fundamentales como por ejemplo "porqué existe algo en lugar de la nada" trato de sopesar si requerirán MAS Prozac o MENOS Prozac, ¿y quién no verdad?

5 comentarios:

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  2. La filosofía busca la verdad, y cuanto mas sabemos mas dudas tenemos y mas preguntas se nos acumulan, la filosofía y la metafísica, hacen que la mente pueda ver en muchas dimensiones que a veces se comprende y otras no, a algunos les confunde, por eso la mayoría prefiere no preocuparse de eso, como hay otros que dedican su vida tratando de descubrir al mundo, por eso Sócrates dijo: Solo sé que no sé nada

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  3. y es cuando se acumulan las preguntas y no sabemos como manejar eso es cuando necesitamos


    mas Prozac

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  4. tambien cuando nos despierta de nuestro sueño dogmatico al que estabamos demasiado aferrados

    mas Prozac

    es por eso que algunos la evitan, algunas veces

    Socrates para mi es el arquetipo de la humildad intelecutal

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  5. Deberíamos de despertar a nuestros ojos y a nuestra mente dormida y mirar con ellos la claridad..

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